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El conflicto del habitat digitalmente expandido y las relaciones entre miembros de un colectivo fisicamente separados

In real Lo Contador versus Away from Lo Contador.

AFK

El conflicto del hábitat digitalmente expandido y las relaciones entre miembros de un colectivo físicamente separados

In real Lo Contador versus Away from Lo Contador.

Artículo relación alumno-profesor, Censo Lo Contador, 2014
-- Alejandro Durán Vargas

La escena fue retratada por el documental TPB AFK y conocida por los que hemos seguido los procesos digitales y su inmersión en las prácticas cotidianas.
Es el año 2008 y los fundadores de The Pirate Bay, Peter Sunde, Fredrik Neij y Gottfrid Svartholm, son acusados de infringir las leyes de propiedad intelectual y demandados por la industria cinematográfica y musical (IFPI). La acusación basa los argumentos de su alegato en las posibilidades de intercambio de material de origen ilegal entre usuarios de internet y los beneficios económicos que han obtenidos los "propietarios" de esta plataforma.

El juicio es seguido por miles de personas en todo el mundo - no sólo los habitantes Suizos - y es durante una de las sesiones entre el fiscal, los abogados y los acusados que surge el siguiente diálogo:

Fiscal Håkan Roswall: You can't remember when you got to know, eh what context, you said chat. When did you meet for the first time IRL?
Peter Sunde: We don't really use the expression "IRL". We use AFK, but regardless I can't recall that either. ...No, I don't know the answer.
Juez: Prosecutor, what does IRL mean?
Fiscal Håkan Roswall: "In Real Life"
Peter Sunde: We're not so fond of that expression, we use AFK, which means away from keyboard. We consider the internet to be real.
Fiscal Håkan Roswall: Then I guess I'm out dated then.
Peter Sunde: Yes.

AFK - lejos del teclado -, neologismo usado hasta la nausea por los seguidores de juegos en línea, aquellos que se interesan en los fenómenos digitales o tan sólo individuos que ven series Geek como "Big Bang Theory", aceptarán el hecho de que estar físicamente presente en un lugar y participar activamente de cualquiera de los nuevos hábitat digitalmente aumentados, no tiene relación causal.

Esta sutil distinción entre la concepción de un "mundo real", tangiblemente compartido versus los fenómenos contemporáneos que permiten la participación de distintos actores sin estar corporalmente presentes, es la clave para entender como las personas han reconfigurado la forma de habitar e interactuar.

Si bien los resultados del Censo Lo Contador 2013 hablan de tiempo dedicado a..., horas presente en la universidad, o días que poseen libres nuestros estudiantes; es un hecho indiscutible que los alumnos de nuestras carreras, y probablemente, el resto de los jóvenes del mundo, están siempre conectados con sus entornos académicos y sociales. Desligar y segmentar la vida en parcelas estancas, no se condice con las nuevas prácticas humanas.
Podemos analizar el fenómeno de las redes desde la perspectiva del actor-network theory de Latour o vincular las nuevas organizaciones a partir de los comportamientos emergentes que expone Johnson; pero sin ánimo de academizar esta reflexión, lo importante es reconocer que la intangibilización de los procesos ha diluido los límites entre actividades, horarios y lugares. Esta evolución en la forma de habitar ha precipitado una expansión radical de los canales de interacción, obligándonos a analizar la forma como nos conectamos con nuestros estudiantes, futuros colegas y miembros activos de la sociedad que se está construyendo.

No se requiere de una investigación etnográfica para darnos cuenta que nuestros estudiantes participan intensamente de grupos en redes sociales en donde discuten de la disciplina del diseño, la vida universitaria y la forma de impactar en la sociedad; tampoco requiere conocimientos avanzados en nuevos medios, saber que los servicios de mensajería online facilitan que ellos puedan aportar a distancia en equipos de trabajo, y con esto, expandir sus redes más allá del área que ocupa su humanidad. Establecer que los estudiantes de Diseño o Arquitectura no están en Lo Contador es no reconocer que mientras plotean sus láminas en alguna imprenta santiaguina, mantienen conversaciones con el resto de sus compañeros; o que cuando se reúnen a trabajar, no siempre están en la misma habitación, en muchos casos se envían sus ideas y croquis por mensajería online; incluso, cuando requieren de algún material para sus trabajos o tienen alguna consulta sobre algún procedimiento, antes de contactar a algún profesor, prefieren consultar a sus pares en los grupos de Facebook (recomiendo a mis colegas, unirse a estos grupos y conocer las inquietudes de nuestros estudiantes).

Al igual como la inclusión de la tecnología en carreras proyectuales como la nuestra, se ha caracterizado por una asimilación lenta y contaminada por el prejuicio de nuestros colegas, quienes la consideran en muchos casos, una aberración a los procesos creativos, limitando las capacidades y constriñendo las licencias estéticas, Durán 2012. La utilización de los instrumentos digitales como nexo con nuestros estudiantes nos permitirá ser partícipes de sus procesos académicos y estar presentes en las versiones digitales de Lo Contador y de la Universidad.

Es probable que muchos de los lectores de este breve artículo vean con sospecha la integración de docentes en las redes sociales que habitan nuestros estudiantes. Algunos considerarán que es una transgresión a su mundo privado y una licencia innecesaria en los procesos académicos. Otros podrán pensar que compartir un grupo de discusión con un profesor es similar a llevar a la madre a un matrimonio; los más retrógrados, verán con espanto la posibilidad que un académico deba "rebajarse" a este tipo de escenarios; pero por favor, no mezclemos temas y prejuicios infundados.

Por un lado, las redes emergen desde el uso, no son una estructura estática de interconexiones, ni menos la trillada analogía de una malla de pesca, esperando para atraparnos en invitaciones a actividades sociales o a navegar en el fetiche del espionaje interpersonal. Las redes son el reflejo de las interacciones que de ella nacen, si las utilizamos para potenciar la relación con nuestros estudiantes, podremos acortar la brecha y reconocer sus intereses, inquietudes y aspiraciones.

Sin embargo, y para la tranquilidad de los que aún disfrutamos una agradable conversación con nuestros futuros colegas. El desarrollo de un vínculo que nos emocione e inspire, sigue siendo monopolio físico-humano. Estas relaciones se resisten a la digitalización y nos invitan a proyectar nuevos lugares de encuentro igual de atractivos que un red social digital . ¿Por cuánto tiempo mantendremos esta división conceptual entre estar "físicamente" en Lo Contador versus interactuar activamente "alejados" del campus? que se abran las apuestas.

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